Las pequeñas ganas de hacer cosas

Luli "la remolacha" sale a media mañana...
ni muy temprano, como para no estar "muerta de sueño", ni muy tarde como para que la "recaliente el sol".
Está decidida a "la aventura de la calle" y por supuesto, se escapó de la celosa mirada de todos los de la casa.
No es por nada, no pero, "Luli vení" "Luli andá", no hay forma de disfrutar un poco de la vida, entre tanta gente.
No es que no los quiera o no los ame...no, muy por el contrario. La familia de Luli es lo más grande que hay!!! Pero un poco de soledad.... cara al viento....
En fin... lo primero, mirar al cruzar, no pisar el césped... saludar a los vecinos y por qué no, aceptar algún bocadillo que alguien le ofrece al pasar... Mmmmm! Gracias...! Qué rico...!
Esto es lo bueno de vivir en un pueblo... todos te conocen, te sonríen, te dan de comeeer...
Más adelante aparece PipoBarrilete, un buen tipo, no digamos nada malo de él, un tanto...disperso... qué se yo, no es por maldad... pero después de un rato de caminar juntos... Luli lo convenció de regresar a lo de Anto, la dueña de la panadería, a ver de cerca las tortitas negras que sacan al mediodía y probar de paso, si estaban a punto. Bueno, Pipo es seguidor, pero goloso y Luli , como dijo, hoy tiene ganas de estar sola...